BMW fue una de las primeras marcas de automóviles en apostar por la fabricación aditiva hace ya más de 25 años. La marca alemana ha abierto un centro especializado exclusivamente en la fabricación aditiva en Múnich.
El grupo ha invertido 15 millones de dólares en la apertura de este campus con el único objetivo de seguir investigando y acelerando las actividades relacionadas con las tecnologías de impresión 3D.
“La fabricación aditiva ya es una parte integral de nuestro sistema de producción global hoy, y es parte de nuestra estrategia de digitalización. En el futuro, las nuevas tecnologías como esta reducirán aún más los tiempos de producción y nos permitirán aprovechar al máximo el potencial de la fabricación sin herramientas”, afirma Milan Nedeljković miembro de la junta directiva de BMW AG y responsable de producción. Algunos de sus proyectos más innovadores ya incluyen piezas impresas en 3D como el BMW i8 Roadster.
Una unidad del centro se dedicará en exclusiva a la investigación y optimización de nuevos materiales, tecnologías y procesos. Poniendo en el punto de mira los procesos que permiten automatizar la fabricación aditiva, para que a largo plazo sea aún más viable económicamente.
Esta nueva planta cuenta con hasta 50 soluciones de impresión diferentes, tanto de polímeros como para la impresión de metal. “Nuestro objetivo es industrializar cada vez más los métodos de impresión 3D para la producción automotriz y seguir implementando nuevos conceptos de automatización en la cadena de procesos. Esto nos permitirá optimizar la fabricación de componentes para la producción en masa y acelerar el desarrollo. Al mismo tiempo, colaboramos con la creación de vehículos, la producción de componentes, las compras y la red de proveedores, así como con varias otras áreas del negocio para integrar sistemáticamente la tecnología y usarla de manera efectiva”, dijo Daniel Schäfer, Vicepresidente Ejecutivo de Integración de Producción y Planta Piloto de BMW Group en la presentación.
BMW está trabajando junto con el proyecto POLYLINE para seguir innovando dentro del campo de la fabricación aditiva. Esta metodología está centrada en la producción en masa de piezas de plástico. El proyecto consiste en crear toda la cadena de producción mediante la digitalización y la fabricación aditiva. Desde la preparación hasta la fabricación. De lograrlo, se calcula que los costes de fabricación se reducirían en un 50%.
Aunque BMW es una de las marcas de automóviles pioneras en trabajar con impresión 3D, ya hay otras como SEAT y Porsche que también se están sumando a la utilización de estas técnicas.