La ya clásica marca de coches BMW está apostando por elaborar un modelo de negocio más sostenible en todos los aspectos. Toda la cadena de valor se está transformando desde el producto pasando por las materias primas, hasta la comercialización.
Aunque ya llevan varios años trabajando en estándares para el equilibrio ecológico de la gama de vehículos, en los próximos años se sacarán 25 modelos nuevos de coches eléctricos. Para seguir avanzando y con el objetivo de lograr la neutralidad climática desde BMW están impulsando el desarrollo de pilas de hidrógeno.
Además de elaborar vehículos que no sean perjudiciales para el medioambiente durante su uso, la empresa está pensando ser sostenibles de una forma integral.“Nuestro objetivo es crear una cadena de valor sostenible que cubra las necesidades con materiales reciclados y renovables, incluida la energía. Aún no hemos llegado a ese punto, pero ya hemos logrado avances decisivos”, aseguran desde su web. BMW Group pretende reducir las emisiones de CO2 un 20% el próximo año. Para ello la marca alemana medirá la huella que dejan en el planeta sus proveedores para ser seleccionados. Aunque su objetivo es que para 2030 sus emisiones se vean reducidas en un 80%.
BMW Group se ha fijado una serie de objetivos de cara a 2030, además de la reducción de las emisiones de CO2. Para lograrlos han implementado sistemas de gestión ambiental en todas las plantas de producción. Han incorporado en sus fábricas y oficinas fuentes de energías renovables. “En la actualidad, el 99% de los residuos generados por nuestra producción interna mundial de 2,5 millones de vehículos al año se reciclan y reutilizan”, aseguran desde la empresa.
La empresa ha incorporado también materiales sostenibles entre sus materias primas como, madera certificada FSC, el Kenaf, el caucho natural o el Econyl.
2021 el año del cambio de BMW
Este 2021 será decisivo para la marca ya que todas sus plantas e instalaciones sufrirán una transformación hacia el mundo eco, volviéndose “completamente neutrales desde el punto de vista climático”. La intención de la empresa es reducir el consumo de energía y utilizar únicamente energías renovables, muchas producidas por ellos mismos. Uno de sus principales focos de actuación se encuentra en el desarrollo del hidrógeno verde. “El uso de hidrógeno verde, cuya eficiencia en la producción de calor estamos estudiando en una planta piloto, puede desempeñar un papel importante en los lugares adecuados. Al mismo tiempo, optimizamos la eficiencia energética de nuestra producción: reducimos la necesidad de calefacción reutilizando más calor residual de los procesos y asegurando circuitos térmicos. Gracias al uso de medios digitales como Data Analytics, reducimos el consumo de energía mediante un control inteligente, al tiempo que minimizamos la cantidad de piezas desechadas”, explican desde la marca.
Por otra parte, han diseñado un sistema de reciclado de vehículos al final de su vida útil. BMW asegura que estos coches son una fuente esencial de materias primas secundarias. La empresa ya ha instaurado en 30 países 3.000 puntos de recogida para un reciclaje ecológico del vehículo.
También, están trabajando en proyectos de impresiones 3D para lo que han abierto un centro especializado en este tipo de tecnologías.
