Un reciente informe del British Standards Institute (BSI), realizado en colaboración con Waterwise, pone de manifiesto que España ha experimentado el mayor incremento en los niveles de inseguridad hídrica en comparación con otros países evaluados. El informe, titulado ‘Sedientos de cambio’, evalúa el manejo del agua a nivel global a través del ‘Indicador de Seguridad y Soluciones Hídricas 2024’, un análisis exhaustivo de los riesgos y el uso del agua en diferentes naciones.
El estudio muestra que de los 41 países estudiados, 14 han registrado un aumento en los niveles de riesgo hídrico, lo que refleja una tendencia generalizada hacia una mayor inseguridad en la gestión del agua.
El deterioro de España en los indicadores de agua
España se encuentra a la cabeza del deterioro en la seguridad hídrica, con una puntuación de 26 sobre 35 en el índice (donde un valor más alto indica un mayor riesgo). Solo algunos países como Sudáfrica (30 puntos), Turquía (28), y otros como China, Chipre, India, Macedonia del Norte y Estados Unidos (27) superan a España en cuanto a niveles de riesgo relacionados con el agua.
Entre los siete indicadores que componen el índice, España empeoró en cuatro, en comparación con el año pasado. Las razones clave incluyen la disminución del volumen anual de agua dulce disponible per cápita, el hecho de que el país consume más agua de la que sus recursos renovables pueden sostener, el aumento del coste del agua en relación con el PIB per cápita, y una caída en la eficiencia en el uso del agua. Los otros tres indicadores, relacionados con la aridez, el consumo de agua por habitante y la pérdida de agua en la red de distribución, se mantuvieron estables en comparación con 2023.
Sequías y reservas hídricas en España
Según BSI, el aumento en los niveles de inseguridad hídrica es especialmente preocupante dada la situación que enfrenta España en relación con sus reservas de agua. En los últimos años, varias regiones del país han sufrido importantes sequías que han dejado a los embalses en niveles críticamente bajos. En febrero de 2024, Cataluña se declaró en emergencia por sequía, enfrentando su peor sequía desde que se tienen registros. Las restricciones impuestas por las autoridades para reducir el consumo han sido un factor clave en el empeoramiento de los indicadores del país.
Federica Pagnuzzato, directora de Sostenibilidad para Europa Continental de BSI, ha señalado que España enfrenta un reto hídrico significativo, que pone de manifiesto no solo la magnitud del problema, sino también un estancamiento en el progreso en términos de infraestructuras y un bajo nivel de concienciación pública. «Aunque no existe una única solución, debemos tomar medidas urgentes para acelerar el avance hacia un futuro sostenible», apuntó Pagnuzzato.
Tendencias globales en la inseguridad hídrica
A nivel mundial, el ‘Indicador de Seguridad y Soluciones Hídricas 2024’ señala que 31 de los 41 países evaluados no han registrado ningún avance en la gestión del agua en el último año. Países como Turquía, Macedonia del Norte, Países Bajos y Bélgica han registrado aumentos en sus niveles de riesgo hídrico. En Asia, China, India y Japón también enfrentan grandes desafíos en la gestión del recurso hídrico.
India y China destacan por su situación crítica debido a los bajos niveles de agua renovable per cápita y su alto consumo de agua. El estudio también advierte que estos países podrían empeorar aún más si no toman acciones para mitigar los efectos del cambio climático y mejorar su gestión hídrica.
Por otro lado, algunas naciones han experimentado ligeros avances en la seguridad del agua. Entre ellas se encuentran Suecia, Suiza, Eslovenia y Noruega, que han logrado pequeños descensos en sus niveles de riesgo hídrico desde 2023.
Proyecciones futuras de demanda de agua
El informe de BSI prevé que la demanda mundial de agua siga creciendo a un ritmo del 1% anual, lo que supone un aumento de 400.000 millones de metros cúbicos al año. Esto se traduce en una demanda adicional de 1.268 metros cúbicos por segundo, el equivalente a llenar una piscina olímpica cada dos segundos.
Nicci Russell, directora ejecutiva de Waterwise, subrayó que, a pesar de que existe un interés creciente entre la población por involucrarse en la solución de este problema, los avances han sido extremadamente lentos en la mayoría de las regiones. Según Russell, el uso eficiente del agua en los hogares y lugares de trabajo es fundamental para enfrentar este reto global y asegurar el suministro de agua para las futuras generaciones.
Desconexión entre la percepción pública y la realidad hídrica
El estudio de BSI también analiza la percepción pública sobre la crisis del agua, basada en encuestas a más de 9.300 personas. Se encontró una brecha preocupante entre la gravedad del problema y la comprensión del mismo por parte de la ciudadanía. Aunque el 60% de los encuestados reconoce que la seguridad del agua es un asunto crucial a nivel global, solo el 45% lo considera tan importante como el cambio climático.
A pesar de ello, más de la mitad de los encuestados (53%) está de acuerdo en que es necesario que las personas actúen para reducir el desperdicio de agua y mejorar la seguridad hídrica.
Susan Taylor Martin, directora ejecutiva de BSI, destacó la necesidad de una mayor conciencia sobre la magnitud del desafío hídrico global. «El cambio positivo comienza con la comprensión del problema y su relación con la sostenibilidad y el cambio climático«, afirmó. Además, señaló que no solo los gobiernos, sino también individuos y empresas deben actuar conjuntamente para asegurar un futuro en el que el suministro de agua dulce sea suficiente para satisfacer la demanda mundial.