Poder edificar en Marte está cada vez más cerca. Aunque vivir en el planeta rojo es aún algo que pertenece al universo de la ciencia ficción, poco a poco se van desarrollando técnicas para construir casas en suelo marciano.
En 2019 la NASA organizó un certamen para seleccionar cuál sería la mejor forma de construir una vivienda en el planeta rojo. El certamen lo ganó una estructura cilíndrica fabricada con una impresora 3D diseñada por la empresa Al Space Factory. El proyecto llamado MARSHA fue seleccionado como ganador porque los científicos consideraron que era el que mejor cumpliría los requisitos para su construcción, resistencia y perdurabilidad en las condiciones ambientales del planeta.
Lo que más convenció de este proyecto es el proceso de construcción automatizado, gracias al cual podría fabricarse una casa en unas 30 horas y sin necesidad de equipo humano. Las viviendas se construirán mediante un brazo telescópico vertical conectado a un rover estacionario mientras dure el proceso de impresión en 3D.
Por otra parte, el edificio estaría construido con biopolímero de basalto, un material reciclable y biodegradable que puede conseguirse en el propio planeta. Esta composición superó con creces las pruebas de presión, resistencia e impacto. Las construcciones están pensadas para soportar la presión atmosférica, las tensiones estructurales y la radiación solar del planeta, generando a su vez una huella ecológica prácticamente mínima.
Los edificios tendrian una estructura de doble revestimiento, para aislar mejor de los cambios bruscos de temperatura de la superficie marciana. El prototipo del edificio incluye ventanas en todas las plantas que permiten una vista de 360 grados del planeta rojo.
Este proyecto se diferencia mucho de las propuestas elaboradas anteriormente. MARSHA utiliza un tipo de tecnología denominada ISRU (In Situ Resource Utilization) que hace que el coste de importar los materiales a Marte sea mucho más asequible.
“Desarrollamos esta tecnología para el espacio, pero creemos que tienen potencial para transformar la manera en la que construimos en la Tierra”, afirmó en un comunicado David Marlott, CEO y fundador de AI Space Factory, quien aseguró que, “usando materiales naturales y biodegradables procedentes, por ejemplo, de cultivos, es posible prescindir del uso de cemento no reciclable”.