Todo el mundo está de acuerdo en que la contaminación por plástico es uno de los mayores problemas de sostenibilidad, con cerca de 10 millones de toneladas de diferentes plásticos vertidas en los océanos del mundo cada año, el problema no hace más que crecer.
Las soluciones que se han puesto sobre la mesa para resolver el problema, parece que no están sirviendo de mucho, según los expertos, esto podría deberse a varias razones. Para empezar, el plástico producido en una parte del mundo suele terminar en otra parte del mundo, que puede, o no, tener los recursos para lidiar con él.
Una opción son las compensaciones plásticas que ahora están surgiendo en todo el mundo.
Estas compensaciones operan de manera similar al floreciente mercado de créditos de carbono, al permitir que las empresas inviertan en proyectos diseñados para abordar el problema.
Pero los créditos de carbono y los esquemas de compensación han sido perseguidos por las críticas en torno a su falta de transparencia, que al final muchas podrían haberse destinado a un «lavado verde».
¿Pueden los esquemas de compensación de plástico aprender de los errores de algunos de los créditos de carbono?
El mayor problema en torno a la acreditación de plástico son las afirmaciones que hacen algunas empresas, según informan los profesionales, temen que una empresa pueda afirmar que es neutral en plástico y encontrar un producto de su marca en la playa o en un río.
Incluso si ese plástico finalmente se recoge, durante el tiempo que está en el medio ambiente está contaminando, y está afectando a la vida silvestre que lo rodea.
Para muchos profesionales es importante eliminar lo que es innecesario y no todo ha de ser de plástico. Es importante incorporar el plástico reutilizado en nuestra vida. Hasta un tercio del plástico del que dependemos hoy puede reemplazarse con plástico reutilizable, según los expertos.