El consumidor de los países desarrollados está cambiando su forma de entender la vida dentro del hogar, especialmente, los de aquellos que residen en grandes ciudades.
La pandemia ha provocado un mayor número de pedidos de comida a domicilio y lo que estaba siendo una tendencia creciente, se ha convertido en costumbre para muchas familias monoparentales o sin hijos.
El tiempo de ir a comprar, cocinar, aprender nuevos guisos, limpiar, recoger,… se cambia por actividades lúdicas con los amigos, el gimnasio o simplemente trabajar desde el salón viendo una serie por Netflix. Ahora los “delivery de los restaurantes” te permiten tener lo que deseas en el momento que deseas y de tu restaurante preferido.
La realidad no es esa. Las cadenas de restauración han apostado por las ‘dark kitchen’, también llamadas ‘cocinas fantasma’ que les permiten disponer de todo tipo de comidas, de cualquier franquicia, en un mismo punto, para favorecer el reparto de comida por los centros urbanos, ya que se dedica exclusivamente al envío de comida a domicilio.
Suelen ser locales comerciales cerrados, con muy pocos empleados y que para muchos profesionales de la cocina “el sabor es igual para todas las recetas, es independiente que lo pidas a una u otra franquicia, se hace en una sola cocina y muchas veces con los mismos ingredientes y salsas”
Parece que es más un engaño al consumidor que una oferta diferenciadora. Ha pasado en el pasado con la ropa, las mismas marcas, con los mismos tejidos, desarrollan las mismas prendas para diferentes marcas y con precios disparatados.
Se defienden diciendo que aún no representan un porcentaje importante del consumo en España, pero va camino de ser igual que el ecommerce, lo que se vendía como una oportunidad para aquellos pequeños municipios que no tienen tiendas cercas, para encontrar aquellos productos difíciles de localizar, se ha convertido en una solución para cualquier producto de consumo diario, una amenaza para las tiendas de las grandes ciudades que ven como el consumidor abandona las compras en la calle y hace cada vez un mayor número de pedidos on-line.
Según diferentes estudios, El 72% de los internautas españoles de 16 a 70 años compran online. La penetración vuelve a crecer después del estancamiento de 2018 y 2019, tal vez provocado por el confinamiento. La generación Zeta es la menos intensiva (el 59% compra online, subiendo vs 2019) y los más intensivos son los de 35 a 44 años (77%).
La frecuencia y el gasto por acto de compra sube respecto a 2019. Los españoles compran 3,5 veces al mes este 2020 vs. las 3 veces/mes del 2019. El gasto por acto de compra es de 68€, 4 euros más respecto a la edición anterior (un +6%).
Amazon, no se detiene
Los resultados del año 2019 para el gigante del ecommerce fueron espectaculares, con un total de 7.567 millones de € en ingresos. Esta gran cantidad significa que Amazon ya posee el 15,7% de cuota de mercado ecommerce en España. Seguido de su principal competidor Aliexpress que tiene un 4,4%.