El lince ibérico está considerado el felino más amenazado del planeta. Solamente se puede encontrar en la Península Ibérica y además en lugares muy concretos. Las áreas donde habitaban se han reducido en un 99% en los últimos 50 años. Actualmente se calcula que hay unos 800 linces distribuidos en poblaciones en áreas de Extremadura, Andalucía, Castilla-León y algunas zonas de Portugal.
¿Por qué está en peligro de extinción?
El mayor problema para esta raza no ha sido tanto la caza furtiva, de la que también se han dado casos, sino la destrucción y modificación de su hábitat. Los linces suelen habitar bosques y matorrales mediterráneos, zonas que, durante estos últimos 50 años se han visto invadidas por los profundos cambios estructurales, que suponen la pérdida del hábitat de esta especie.
Además estos felinos necesitan de espacios que cada vez están más aislados entre ellos por la construcción de pueblos, ciudades o carreteras que dividen los bosques. Esto favorece la mortalidad de los linces más jóvenes porque se desplazan a otras áreas.
Otra de las grandes amenazas es que la base de su dieta, el conejo, está desapareciendo. Aunque puede cazar presas mayores como corzos el 90% de su dieta se restringe a este roedor. Cabe destacar que el conejo no es fundamental solo para la supervivencia de los linces, sino que también forma parte de la cadena alimentaria de otras 40 especies.
Por último, el número de atropellos se ha multiplicado hasta convertirse en la mayor amenaza para los linces. Se dan sobre todo en algunos puntos negros de las zonas en las que habitan para las que la WWF España han puesto señales, gracias a su campaña Ni un lince más atropellado.
Además de esta iniciativa se han llevado adelante muchos más proyectos adelante desde que en 2002 se declarara especie en peligro de extinción.
La repoblación del lince, un éxito
El lince es todo un ejemplo de cómo las campañas de repoblación surten su efecto. Se ha conseguido pasar de categoría en el baremo de especies amenazadas de “En peligro crítico” a “en peligro de extinción”. Según la WWF España: los esfuerzos de conservación están dando resultado. En 2002 quedaban menos de 100 ejemplares, ahora ya son más de 850 viviendo en libertad en la Península Ibérica.
En concreto en España ha habido 4 proyectos para que se den las buenas cifras que se estan presentado estos ultimos años:
Proyectos como Iberlince donde estuvieron trabajando por el cuidado de los linces desde 1994 hasta 2018. Llevaron a cabo diferentes proyectos con la ayuda de la Comisión Europea y la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.
Ex-Situ Lince Ibérico: Es un programa de conservación en el que participan el Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno de España, la Junta de Andalucia, el instituto de Conservaçao da Natureza e das Florestas, la Junta de Extremadura entre otros colaboradores.
Genoma lince ibérico: En 2012 un grupo de investigadores descodificó el genoma del lince. Así lograron una herramienta para poder garantizar la conservación del lince ibérico. Esto se logró en el Centro de Regulación Genómica de Barcelona. Gracias a este descubrimiento se conocen aspectos de su biología y su evolución.