La impresión 3D está resultando ser una solución en muchos campos médicos. Implantes dentales, auditivos o prótesis ya están a la orden del día y se está comenzando a trabajar con ellos de forma estandarizada. Pero los investigadores siguen trabajando en diferentes proyectos con técnicas de impresión 3D para ver qué más puede aportar este campo al mundo médico.
Investigadores de la Universidad de Newcastle han conseguido desarrollar córneas impresas en 3D. La córnea es la membrana dura y transparente que tenemos en la parte exterior del ojo. Para tener una buena visión es imprescindible que esta capa no esté dañada ya que es la que permite el paso de la luz y además tiene una función protectora del iris y el cristalino.
Gracias a este avance médico se podrán facilitar muchísimo los trasplantes de córnea, una necesidad que está creciendo a pasos a gigantados. A día de hoy casi 5 millones de personas sufren una ceguera total derivada de cicatrices de córnea bien por quemaduras, laceraciones, abrasión o enfermedades. Se calcula que 10 millones de pacientes requerirían de una intervención quirúrgica para prevenir una posible ceguera causada por alguna enfermedad relacionada con la córnea.
La bioimpresión tiene todas las papeletas para ser uno de los desarrollos médicos más importantes del siglo. Las principales técnicas en las que se está utilizando este tipo de tecnología son para crear células perennes, para órganos como el hígado o intentando luchar contra enfermedades como el cáncer. Pero desde la Universidad de Newcastle pensaron que la impresión 3D tambien podía ser útil para solucionar enfermedades derivadas de la córnea. A día de hoy son muy pocos los trasplantes de córnea que llegan a realizarse debido a la falta de donantes útiles. Con esta idea en mente, los investigadores comenzaron a trabajar en un proyecto para crear córneas artificiales o regenerarlas a partir de células madre.
Para conseguir este avance médico los investigadores mezclaron células madre de córneas de donantes sanos con alginato y colágeno para lograr crear biotinta. Esta biotinta depositada capa por capa formaría la estructura de la córnea donde se desarrollarían las células madre.
«Nuestra biotinta es única, una combinación de alginato y colágeno, mantiene las células madre vivas mientras produce un material que es lo suficientemente rígido para mantener su forma pero lo suficientemente flexible como para ser extruido desde la boquilla de una impresora 3D», explica Che Connon, Profesor de Ingeniería de Tejidos en la Universidad de Newcastle y Director de esta investigación. Además, desde la universidad aseguran también que se podrán crear córneas 3D totalmente adaptadas a las características específicas de cada paciente mediante la digitalización 3D del ojo, que permitiría obtener el tamaño y la forma correcta de la córnea.