Fundación Energía Responsable ha logrado mejorar las condiciones de vida energética de más de 5.000 personas en situación de vulnerabilidad. Lo ha hecho gracias al impulso recibido por el Premio a la Mejor Iniciativa Social en el ámbito energético 2024, otorgado por Fundación Naturgy.
Con la ayuda económica de 60.000 euros, la entidad sin ánimo de lucro ha podido llevar a cabo proyectos de alto impacto social, como la instalación de paneles solares en un centro de acogida o la creación de servicios básicos para familias sin acceso a suministros esenciales.
Un galardón para combatir la pobreza energética
Este premio forma parte de la quinta edición de los galardones entregados por Fundación Naturgy para reconocer proyectos sociales relacionados con la energía. Fundación Energía Responsable fue premiada por su programa integral de Lucha contra la Pobreza Energética, que combina medidas de asesoramiento, gestión y provisión de recursos como radiadores, estufas o baterías.
También han intervenido ante cortes de luz, gestionado el bono social eléctrico y térmico, y cubierto facturas para hogares en situación crítica. Todo esto se ha realizado con la colaboración de 117 entidades sociales y ayuntamientos.
Casi 3.000 acciones ejecutadas
Desde la concesión del premio, se han realizado 2.877 intervenciones específicas, dirigidas a mejorar la situación energética de 5.045 personas. Entre los beneficiarios predominan familias con menores, hogares monoparentales y personas mayores con discapacidad o dependencia severa.
Uno de los proyectos destacados ha sido la instalación de paneles solares en una ONG, que da cobertura a 240 niños y 80 mujeres. Gracias a esta actuación, el centro ha habilitado zonas de estudio, lavandería e higiene. A su vez, unas 50 familias utilizan ahora un espacio común para lavar y secar su ropa.
Estas mejoras no solo se traducen en un mayor confort, sino también en mejor rendimiento escolar y dignidad personal.
Un contexto que sigue siendo alarmante
En España, la tasa de pobreza o exclusión social ha aumentado hasta el 26,5 %, y el acceso a la energía es uno de los factores determinantes. En 2023, el 20 % de los hogares tenía dificultades para mantener una temperatura adecuada. Aunque en 2024 la cifra bajó al 17 %, sigue siendo una de las más altas de Europa.
Frente a esta realidad, el trabajo de Fundación Energía Responsable se convierte en un ejemplo de acción directa y eficaz, adaptado a las necesidades concretas de cada familia.
El Banco de Energía, una propuesta innovadora
Uno de los logros más originales de la fundación ha sido la creación del Banco de Energía, una idea pionera que replica el modelo de los Bancos de Alimentos. Su objetivo es claro: organizar donaciones energéticas para garantizar el acceso equitativo a la energía.
Según Isabel Jiménez, presidenta de la fundación, “este premio ha sido clave para lanzar esta iniciativa estructural, que permite distribuir energía de forma organizada y solidaria entre los más vulnerables”.
El Banco de Energía tiene el potencial de convertirse en una herramienta nacional para combatir la pobreza energética de manera sostenible.
Fundación Naturgy: más apoyo para más personas
Por su parte, María Eugenia Coronado, directora general de Fundación Naturgy, destacó que este premio “es una expresión de nuestro compromiso continuo con quienes sufren la vulnerabilidad energética. Buscamos apoyar proyectos con impacto real y sostenido en el tiempo”.
En esta sexta edición, Fundación Naturgy ha incrementado la dotación total del certamen: 100.000 euros para el primer premio, 50.000 euros para el accésit, y ocho reconocimientos adicionales de 10.000 euros para otras iniciativas sociales finalistas.
Este enfoque busca ampliar el alcance y llegar a un número mayor de beneficiarios en todo el país.
Una ayuda que cambia vidas
Con cada acción realizada, Fundación Energía Responsable no solo ofrece recursos, sino también esperanza y oportunidades. La lucha contra la pobreza energética no es solo una cuestión técnica: es una cuestión de derechos y dignidad.
Acceder a energía segura y continua puede significar poder estudiar, cocinar, calentarse o conservar alimentos, actividades que para muchos siguen siendo un lujo.
Proyectos como este demuestran que con voluntad, colaboración y compromiso social, es posible cambiar realidades profundamente arraigadas.