Alianza Fundación Renovables y ZERO: una oportunidad para avanzar hacia una transición energética justa
La Fundación Renovables y la organización ZERO han solicitado a los gobiernos de España y Portugal que el diseño de las Zonas de Aceleración Renovable (ZAR) garantice una transición energética justa, inclusiva y ordenada. Ambas entidades subrayan la importancia de que estas áreas, claves para el desarrollo de las energías limpias, se planifiquen con una visión participativa, ambientalmente responsable y socialmente beneficiosa.
El desarrollo de estas zonas no puede limitarse a criterios técnicos. Para que la transición energética sea verdaderamente transformadora, debe atender a las demandas ciudadanas, evitar daños ecológicos y aumentar la transparencia del proceso.
Las ZAR: clave en la descarbonización de España y Portugal
La Directiva de Renovables III de la Unión Europea exige a los Estados miembros que definan una “cartografía coordinada” para el despliegue de renovables, así como de sus infraestructuras de evacuación. Tanto España como Portugal deben incorporar esta obligación a su legislación antes de junio de 2025.
Frente a este contexto, la Fundación Renovables y ZERO han elaborado una guía de buenas prácticas que proporciona directrices para que las ZAR se implementen de forma adecuada. Esta guía insiste en que la planificación debe considerar no solo la capacidad de generación, sino también la demanda energética local.
Además, recuerdan que, conforme a la normativa europea, estas zonas no deben situarse dentro de la Red Natura 2000 ni en áreas naturales protegidas, lo que obliga a una planificación más cuidadosa y respetuosa con el medio ambiente.
Cuatro principios para diseñar ZAR responsables
Las organizaciones proponen cuatro medidas esenciales que deben guiar la delimitación de las Zonas de Aceleración Renovable:
- Priorizar suelos degradados o antropizados
Es decir, aquellos terrenos que ya han sido alterados por la acción humana y que presentan un impacto ambiental menor. Esto evita la ocupación de espacios naturales vírgenes y minimiza la afectación a los ecosistemas. - Garantizar información pública transparente
Antes de aprobar una ZAR, es fundamental informar a la población local sobre los impactos positivos y negativos del proyecto. Las entidades proponen crear mesas de trabajo con vecinos, administraciones locales y colectivos sociales, para debatir y recoger propuestas. - Incluir demandas sociales y ambientales en los planes
La ciudadanía no solo debe ser escuchada, sino que sus propuestas deben ser incorporadas al diseño final. Esto incluye aspectos como el empleo local, nuevas infraestructuras, preservación de la biodiversidad y desarrollo sostenible del territorio. - Seguimiento con participación ciudadana
Los proyectos deben ser monitorizados de manera continua, con la posibilidad de adaptarlos a nuevas necesidades locales o sociales. Este seguimiento debe realizarse de forma participativa, asegurando que las comunidades implicadas mantengan su voz a lo largo del proceso.
Transición energética con beneficios para los territorios
Las Zonas de Aceleración Renovable, bien gestionadas, representan una herramienta estratégica para acelerar la transición hacia un modelo energético descarbonizado, pero también una oportunidad para que los beneficios del cambio lleguen a nivel local.
Desde Fundación Renovables y ZERO insisten en que el desarrollo renovable no puede ser percibido como una imposición. Al contrario, debe ser un proceso transparente, equitativo y con beneficios tangibles para los territorios que lo acogen. Solo así se podrá contar con el respaldo social necesario para avanzar.
Peticiones al Gobierno y el valor de una transición inclusiva
Ambas organizaciones han remitido sus propuestas a los gobiernos de España y Portugal, instándolos a adoptar un enfoque sensible a las dimensiones sociales y ambientales del desarrollo energético.
“Esta es una ocasión única para garantizar que el despliegue de energías renovables no solo contribuya a reducir emisiones, sino que también genere empleo, cohesión territorial y justicia social”, afirman en su comunicado.
El riesgo, si no se atienden estas recomendaciones, es que se repitan errores del pasado: proyectos poco transparentes, escasa participación vecinal y conflictos con comunidades locales o con espacios naturales protegidos.
Implicación ciudadana: motor de una transición legítima
El proceso de descarbonización no será exitoso sin una ciudadanía implicada y bien informada. Por ello, tanto Fundación Renovables como ZERO apuestan por un modelo de desarrollo renovable basado en el diálogo, la corresponsabilidad y la sostenibilidad.
El enfoque propuesto tiene múltiples beneficios: mayor legitimidad, mejor acogida social y menor resistencia al cambio. También abre la puerta a formas innovadoras de gobernanza energética, como las comunidades energéticas locales, en las que los vecinos participan directamente en la generación y gestión de la energía.
Renovables sí, pero con planificación inteligente
El compromiso con la energía limpia es indiscutible, pero el “cómo” importa tanto como el “qué”. Diseñar zonas de aceleración renovable con criterios técnicos, ambientales y sociales equilibrados es la única forma de asegurar una transición energética duradera y justa.
Con la vista puesta en el cumplimiento de los objetivos climáticos europeos, la participación activa de la ciudadanía y la protección de los ecosistemas deben estar en el centro de las políticas públicas.
La Fundación Renovables y ZERO han puesto sobre la mesa una hoja de ruta clara: transparencia, justicia, participación y sostenibilidad. Ahora, el reto está en que los gobiernos la conviertan en realidad.