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martes 12 de septiembre, 2023

El diario de los lectores comprometidos

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«Las empresas tienen que tener un impacto positivo, ya no vale únicamente lo económico»

Green Urban Data es el proyecto de dos arquitectos que dejaron su trabajo para sacar adelante esta plataforma que tiene como principal objetivo ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas. 

A pesar de los inconvenientes que se han encontrado en el camino, su perspicacia y la confianza que tienen en su proyecto les hizo no tirar la toalla. Así, han conseguido acercarse cada vez más a diversos ayuntamientos y ampliar su capacidad para ayudar a regenerar ciudades y hacerlas más sostenibles.

“El truco es recordar que tiene valor lo que estás haciendo” nos decía Alejandro Carbonell, CEO de Green Urban Data, que cuenta cómo la tecnología es capaz de ayudar a las instituciones a hacer de las ciudades lugares más sostenibles y saludables. 

¿En pocas palabras qué es Green Urban Data?

Green Urban Data nace con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas que habitan en las ciudades. Lo hacemos ofreciendo servicios de información ambiental para la mejora del medio ambiente. 

¿Cómo surge la idea?

Nace del aprendizaje de los fundadores que somos dos arquitectos. Durante varios años estuvimos trabajando en el ámbito de las smart cities y vimos que se trabajaba mucho en cuestiones de movilidad y gobernanza pero, el medio ambiente era una de las partes olvidadas que no se terminaba de estudiar. Nadie se había metido a medir el impacto de las variables ambientales, entonces para nosotros eso fue un reto. Luego es que queríamos ayudar en materia de medio ambiente ya que el déficit que se está dando en las ciudades se debe en mayor medida al cambio climático y es un problema global.  Entonces, buscamos una fuente de información y la encontramos a través de las imágenes de satélite. 

¿Por qué medio ambiente y por qué en las ciudades? 

Muchas vertientes del cambio climático se estaban luchando desde otras vertientes pero, realmente los que lo sufren son las personas y donde mayor número de personas viven es en las ciudades. Por lo que, si queremos mejorar la calidad de vida deberíamos actuar en esos sitios donde viven o trabajan las personas. Por eso nos enfocamos aquí. Además, al ser arquitectos teníamos una idea de cómo funciona la ciudad, del diseño y cómo está impactando. Al final nosotros lo único que teníamos que añadir era innovación, tecnología y es lo que hemos hecho.

Y esta innovación o nueva tecnología ¿cómo la habéis desarrollado? ¿en qué se basa? ¿qué es lo novedoso? 

Lo novedoso de todo esto es que utilizamos imágenes satélite para recoger información.  Bueno, esto en sí no es novedoso, ya que se utiliza muchísimo actualmente en el campo de la agricultura para mejorar lo que serían las producciones, reducir el agua de riego, el uso de fertilizantes etcétera. Y ahí es donde vimos una oportunidad.  Si esa fuente de información global estaba sirviendo para el mundo de la agricultura, quizás nos podría dar información también para medir variables medioambientales dentro de ciudad.  

¿Cómo fue esta primera toma de contacto con este mundo?

Comenzamos investigando un poco. Vimos que había mucha ciencia, mucho artículo científico al respecto pero nadie se había metido de lleno a generar lo que sería una herramienta práctica. Algo más útil para el día a día. Ahí es donde nosotros nos aventuramos. Intentar trasladar todo ese conocimiento que ya había a una herramienta que permitiese mejorar el medio ambiente y que el gestor público lo pudiera tener de su mano para gestionar decisiones diarias. Esto es lo realmente innovador. Luego han ido viniendo cosas que nos ayudan cada vez más.  El satélite era algo que hace unos años no era tan puntero porque no tenía tanta resolución, ni tanta frecuencia a la hora de obtener datos, pero gracias a la inteligencia artificial nos permite explotar muchísimo más y en esta parte es donde estamos nosotros. Ahora mismo estamos introduciendo inteligencia artificial dentro de los procesos. 

A la izquierda José Miguel Ferrer, socio fundador de Green Urban Data, junto con Alejandro Carbonell, CEO de la empresa.

 ¿Con qué dificultades se han encontrado en el camino? 

Nosotros la verdad es que nos consideramos afortunados por una ayuda que nos da el Ayuntamiento de Valencia y así pudimos desarrollar un pequeño piloto. Este piloto consistió en trasladar los artículos científicos que habíamos visto a la experiencia práctica. Evaluamos la calidad ambiental a nivel de barrio para compararlos entre ellos. La idea es que aquel que tenga peor calidad medio ambiental será donde habrá que elaborar mayores actuaciones y el que tenga mejor pues se quedará más estable. Este piloto se lo enseñamos a diferentes clientes, la administración. Por suerte lo vieron muy interesante y cada vez fuimos mejorándolo más, introduciendo variables de la mejora de vegetación, estudiando fenómenos cómo es el de la isla de calor, viendo temas como el de la inundabilidad en ciudades, etcétera. Y vimos que el campo era cada vez más extenso y ahí es donde hemos ido desarrollando la batería de indicadores en función de lo que se está buscando, el reto que quiera llevar a cabo la entidad local. Nosotros les ayudamos.

Entiendo que ustedes cuando firman un contrato con un Ayuntamiento o una entidad se centran exclusivamente en ese área y a partir de ahí van obteniendo los datos para que luego ellos los gestionen como consideren pertinente.

Eso es, es un diagnóstico.

 En los que ya han trabajando o siguen trabajando, ¿cómo han utilizado los ayuntamientos o los municipios estos datos que ustedes les han aportado?

Al final los ayuntamientos necesitan poner en marcha adaptaciones para el cambio climático. Por ejemplo reducir la cantidad de suelo sellado que está muy relacionado con la inundabilidad, a mayor suelo sellado mayor posibilidad de que el agua no drene. También pueden ver si necesitan un aumento de zonas verdes en la ciudad. O si su objetivo es que haya una reducción de la población vulnerable frente a las altas temperaturas. Son acciones que pueden desarrollarse gracias a nuestra tecnología. Ellos pueden priorizar las acciones que deben realizar y dónde deben realizarlas. Nosotros les damos esa información y a partir de ahí ellos desarrollan la acción con la idea de conseguir un objetivo. Lo que tiene de bueno es que antiguamente tú te marcabas el objetivo y al cabo de los 3 años volvías a medir y a hacer un diagnóstico y hasta entonces no se veía si la acción había sido eficiente.  Nosotros vamos midiendo el proceso para que el Ayuntamiento sepa si está yendo bien, para que sepa si no está funcionando como debería y puedan introducir medidas concretas correctoras para qué sí o sí lleguen a alcanzar ese objetivo.

«Hemos trasladado a las entidades públicas la responsabilidad y queremos darles las información y herramientas para que las gestionen»

¿Considera que de un tiempo hacia aquí hay más conciencia medioambiental?

Sí. Cada vez más pero, si te soy sincero, el pistoletazo definitivo ha sido el Covid-19. Ha puesto de manifiesto como de vulnerables somos ante problemas medioambientales pérdida de biodiversidad etcétera.  Además, desde la Unión Europea se apuesta por la transición verde y luego está la conciencia de todos los ciudadanos que se han dado cuenta de que realmente en cualquier momento puede volver a pasar esto y estamos perdidos y todos quieren que vaya mejorando.

¿A raíz de la aparición del Covid-19 han tenido más llamadas de teléfono de instituciones interesadas por Green Urban Data?

Sí. Hay mucha más necesidad de buscar soluciones relacionadas con la sostenibilidad para ver cómo pueden mejorar. En 2015 hablábamos de la calidad del aire como uno de los grandes problemas pero, ahora se ha visto que hay muchas más cosas encima de la mesa aparte la calidad del aire.  Hemos comenzado a hablar de la salud. No solo de la salud física sino también emocional.  Por eso, nosotros fomentamos mucho las zonas verdes y el arbolado, se ha demostrado científicamente que repercute tanto a nivel físico como a nivel emocional. Ambas cosas nos preocupan mucho y cada vez se están pidiendo más este tipo de servicios.

El funcionamiento de Green Urban Data.

¿Cómo se va a beneficiar el ciudadano de a pie de Green Urban Data?

Nosotros hemos pensado en entidades gubernamentales como actores del cambio. Ellos son los que actúan de Gran Hermano gestionando las ciudades para que realmente estemos todos cómodos. Hemos trasladado en ellos la responsabilidad y queremos darles las información y herramientas para que las gestionen. Hace unos años no podían hacerlo porque no había información ni esa necesidad pero ahora no somos los únicos que estamos trabajando en esto. Hay mucha gente a las que se les pueda ayudar y atender las necesidades de la ciudadanía.

A día de hoy, ¿cómo considera que va la gestión medioambiental de las ciudades?,¿queda mucho por mejorar?

No es que falte mucho por mejorar, es que el camino se ha empezado a andar hace muy poco y realmente no hay un gran bagaje, pero yo creo que se tienen muchas ganas. Se tienen muchas ganas de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible para cumplir la Agenda 2030. Yo veo que todos están poniendo mucho énfasis y mucho interés. Lo hacen como pueden porque realmente esto es muy novedoso. Yo creo que hoy en día no hay agenda municipal que no tenga en cuenta el valor medioambiental y el efecto que tiene en la ciudadanía. Se está poniendo enfrente del medio de la toma de decisiones. 

¿Considera que ahora se está valorando lo suficiente a las personas que están llevando a cabo este tipo de iniciativas?

Si hablamos a nivel cliente que es el institucional, sí.  Lo que pasa que esto no va todo lo rápido que ellos quisieran. Si hablamos de la parte que también nos afecta como startup quizá no se valora tanto. Saben que es importante pero no se llega a ver muy bien el retorno económico se puede llegar a tener. Por eso, siempre presentamos que no es solo retorno económico lo que proporcionamos si no que aportamos impacto medioambiental y social. Es cierto que cada vez hay más aceleradoras y se está trabajando más pero todavía falta un poco.

 Si no existieran estas aceleradoras ¿cómo considera que estaría el mercado para empresas como la suya?

Pues nos tocaría convencerlos únicamente con números económicos, con beneficios márgenes y crecimiento. Sería la única manera pero para empresas como la nuestra es complicado.  Aunque también te digo, que si tanto Bill como Belinda Gates están invirtiendo en este tipo de empresa, que realmente creen en el cambio, por algo será. Esta gente tiene pinta de que no se va a equivocar.

A nivel gubernamental a la hora de dar subvenciones o ayudas al mundo de las startups, ¿se está invitando a la gente a que innove?

Yo creo que cada vez hay más financiación. Ahora mismo hay muchas convocatorias que lo que piden es que la startup tenga algún tipo de impacto social o medioambiental.  Ya no vale únicamente lo económico, es un modelo que me deja un poco atrás.  Si antes eran ayudas un poco más puntuales ahora hay mucho más dinero en marcha en este sentido. Dinero de entidades públicas,  y una mayor difusión de estas cosas, porque es una vía para que los ayuntamientos y entidades públicas conozcan lo que se está haciendo en este aspecto. Eso es bueno

Siguiendo en esta línea de las startups, ¿cómo considera que evolucionará el mercado?,  ¿van a comerse un cacho de pastel las empresas relacionadas con el impacto social y medioambiental?

Yo creo que sí, pero porque creo que el usuario, la ciudadanía, lo va a pedir así. Los inversores cada vez van a buscar más otro tipo de rentabilidad. Los usuarios o clientes de las compañías también lo van a exigir. Dentro de nada lo raro va a ser que una empresa no genere impacto positivo. Aunque muchos de nosotros vayamos a fracasar en este proceso de llevar adelante el cambio van a ser los cimientos de lo que está por venir.  Seremos las piedras en las cuales se van apoyar el resto para seguir avanzando.

«Hay que ser perseverante. Esto es una carrera de fondo»

Hablando del fracaso, pongamos una situación hipotética.  Si ahora viniera un chico o una chica a presentarle una idea similar a la suya, una startup relacionada con el medio ambiente, a pedirle consejo, ¿qué consejo le daría?

Puff, es que hay tantos. La lección que yo he aprendido es que hay que ser perseverante. Esto es una carrera de fondo. Levantarte todos los días siendo emprendedor de impacto es costoso.   

Hábleme un poco sobre esos días en los que ha sentido ese problema, ¿por qué?¿Se han encontrado con muchas dificultades a la hora de desarrollar?

Muchísimas. Desde clientes que te dicen que sí para comprar y luego no. Hay meses en los que no sabes cómo vas a poder pagar a los empleados, que aparezca una pandemia cuando parece que todo va a salir hacia delante, ahí te empiezas a plantear si cerrar la empresa o qué hacer con ella.  El truco es recordar pequeñas cosas que te hacen seguir para adelante. Recordar que tiene valor lo que estás haciendo. También es fundamental no tener prisa para triunfar. 

Ahora que ha sacado la época pandémica en reducir, ¿en qué situación se encontraba Green Urban Data cuándo apareció el Covid?

Nosotros veníamos de un año anterior que no había sido muy bueno, porque como ya sabes nuestro cliente es la administración pública y veníamos de unas elecciones. Estuvimos todo el año de elecciones permanentes, por lo que era muy complicado encontrar un ayuntamiento que tuviera estabilidad económica y quisiera comprar nuestra idea. Conforme pasaron las elecciones y había más claridad  llegó el Covid y se derrumbó todo. De 100 a 0.  

Acaba de sacar a relucir el tema de la política ¿está siendo el medio ambiente una estrategia para hacer campaña?

Creo que siempre ha sido como una muletilla.  Lo que pasa es que ahora es más difícil esconderse, estamos mejorando. Ahora ya hay muchísimas más noticias que les obligan a tener más transparencia. Además ahora mismo todas las acciones que se realizan desde ayuntamientos tienen que llevar financiación por lo que necesitan elaborar unos planes bastante ambiciosos. Necesitan estar al día de todo esto ya no puede ser el famoso greenwashing.   

Cuando comenzaron a desarrollar la startup, ¿cómo se planteaban que estaría la empresa en 2021? 

Esa es una gran pregunta porque cuando te metes en este mundo del del emprendimiento piensas que en 6 meses vas a estar tocando techo, que tú idea va a ser la mejor. Pero, sí que es cierto que la primera aceleradora en la que estuvimos nos pusieron un poco los pies en el suelo, te dicen que el 90% de las startups fracasan. Aún así siempre optimista. Pero a día de hoy, después de haber pasado por todo lo que hemos pasado. Con un primer año buenísimo, un segundo año de elecciones y un tercer año de pandemia ahora somos cautos, optimistas, pero cautos.

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