Que el calentamiento global existe es un hecho. Poco a poco el planeta se va quedando sin recursos y, cada vez es más evidente que es necesario encontrar una manera más sostenible de alimentarnos que la actual y parece que las impresoras 3D podrían ser una muy buena solución.
Este tipo de alimento, además de ser muy beneficioso a nivel médico para resolver problemas como la falta de nutrientes, también lo puede llegar a ser para el planeta. Uno de los objetivos principales de la impresión 3D es desarrollar métodos de producción sostenibles. Gracias a su forma de transformar la materia prima no se desperdicia nada, lo que implica un ahorro inmenso.
En lo que respecta a la producción alimentaria, la cría intensiva de animales de granja es una de las principales causas del calentamiento global ya que produce una cantidad insostenible de dióxido de metano. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prevé que la demanda mundial de carne aumentará en más de un 70% para el año 2050, debido al crecimiento demográfico que estamos viviendo en los últimos años.
En el año 2012 se descubrió que la carne cultivada en una placa Petri puede funcionar de manera excelente como un sustituto de la carne de vacuno. Algunas empresas están estudiando y produciendo carne cruda artificial en colaboración con empresas de impresoras 3D.
La forma de producción no es sencilla. Primero se cosechan células madre; estas se van alimentado en la placa petri y se van reproduciendo periódicamente. Cuando se consigue la cantidad suficiente se introduce en un biocartucho que permite imprimir un tejido que está vivo. A pesar de ser carne artificial, biológicamente posee las mismas propiedades que la del animal, aunque sí que es cierto que hay una reducción bastante notable de la grasa.
En la Universidad Politècnica de Catalunya se ha conseguido desarrollar un tipo de carne basada en proteínas vegetales que se puede imprimir en 3D. El filete contiene compendio de aminoácidos obtenidos a partir de proteínas de guisantes y arroz, que consiguen obtener las propiedades proteicas de un filete. Esta nueva carne tiene una textura muy similar a las fibras de un filete convencional.
Ahora mismo el coste de elaboración sí que es más caro que el de la carne natural, aunque según se vaya industrializando y comercializando el coste disminuirá muchísimo. Imprimir 100 gramos de este tipo de carne cuesta unos dos euros.
Chocolate y pizza
Los alimentos que más se han desarrollado en la impresión 3D han sido los chocolates y dulces en general. Ya en 2013 estudiantes de la Universidad de Waterloo diseñaron un sistema de sinterización por láser para fundir chocolate en polvo impreso en 3d.
La pizza es otro de los productos estrella de la impresión 3D. Al ser un producto elaborado mediante la superposición de capas hace que sea más sencillo que se pueda elaborar este tipo de producto. En 2014 unos estudiantes de ingeniería del Imperial Colleage consiguieron elaborar una impresora que preparaba una pizza margarita en unos 20 minutos. Para ello utilizaron tres jeringas distintas; una para la masa, otra para el tomate y la última para el queso.