Poco a poco la impresión en 3D va abriéndose camino en el mundo de la construcción. Las ventajas que ofrece fabricar casas con tecnología 3D son diversas, pero la principal es que la fabricación aditiva permite abordar áreas que se encuentren ante una situación de crisis, como guerras o zonas de conflicto. Ya que el coste de producción es mucho menor que si se elaboran de forma tradicional, al igual que el ahorro de tiempo que supone construirlas a través de impresoras 3D.
Aunque aún no sea la forma estandarizada, ni mucho menos, de fabricar casas o edificios, sí que existen este tipo de estructuras prácticamente por todo el mundo y están dando muy buenos resultados.
El proyecto Yhnova fue lanzado en 2017 por la Universidad de Nantes con el único objetivo de construir viviendas sociales de forma rápida y de bajo coste. Desde la universidad diseñaron el robot Batiprint 3D, que funciona con un sistema láser que guió su brazo de 4 metros de largo en una impresión de tres capas; dos de aislamiento de espuma y una de hormigón. Así se construyó en 54 horas una vivienda 95m². Aunque la construcción de la estructura fue rápida, se necesitaron otros 4 meses más para instalar las ventanas, el techo y las puertas.
La empresa Icon hace ya un par de años que desarrolló una impresora que llamaron Vulcan. Esta impresora 3D nació con la única intención de poder construir casas en entornos de alto riesgo. La primera vivienda que construyeron fue en Austin, Texas, donde crearon casas impresas en 3D personalizadas, sostenibles y con un precio de 4.000 dólares. Ahora la compañía está trabajando en una campaña para ayudar a personas sin hogar en México. Icon junto con la organización New Story están creando una comunidad de vecinos entera para personas que disponen de menos de 3 dólares al día.
Empresas españolas tambien están trabajando con esta nueva forma de construir edificios. La startup Be More 3D ha conseguido crear una impresora 3D de hormigón con la que han fabricado una casa de 32 metros en Marruecos en tan solo 12 horas. Esta construcción formó parte del certamen Solar Decathlon África 2019, celebrado en el Green Energy Park de Ben Guerir, en Marruecos.
Aunque esta forma de construcción parece ser que es una muy buena opción para abaratar costes y fabricar hogares para los más necesitados tambien se están empleando estas técnicas para otros tipos de construcciones.
Por ejemplo, la casa impresa más grande del mundo se encuentra en Dubai y tiene una superficie de 640 m2 y 9,5 metros de alto. Tardó 17 días en construirla y el proyecto fue desarrollado por Apis Cor, que había participado en el Printer Hábitat Challenge de la la NASA. La estructura fue impresa in situ y sin montajes adicionales. El objetivo principal era llevar a cabo una investigación para probar los equipos en condiciones climáticas naturales extremas. Además, Dubai es uno de los países que más interesados está en las construcciones 3D ya que hace unos años anunció que su propósito era que para 2030 el 25% de sus edificios fueran fabricados de forma aditiva.