Las gafas suelen ser productos caros y sin una vida útil muy larga. Parafina nace con el objetivo de “ofrecer al mundo de la óptica una alternativa sostenible y asequible”. De esta forma comienzan a trabajar en un producto que tuviera el menor impacto posible en el medioambiente con una materia prima que fuera reciclada u orgánica a la par que inician sus iniciativas sociales.
Todas sus gafas son producidas con materiales 100% reciclados. En Parafina les dan una segunda vida a desechos como las botellas de plástico que se convierten en gafas de plástico reciclado, a los neumáticos que se convierten en gafas con una montura de goma reciclada, el corcho de botellas se transforman en unas gafas a la última moda o las latas con las que se hacen monturas de aluminio. Además de reciclar, también utilizan productos orgánicos como el bambú o el bio acetato orgánico para hacer gafas de metal híbrido.
Desde que se fundó en 2014 ya han conseguido reciclar más de tres millones de botellas de plástico, doscientos mil corchos, cinco mil neumáticos y veintisiete mil latas de refresco.
Hace poco que han comenzado a trabajar con este Bio Acetato Orgánico, este es un material que se utiliza en la industria gráfica. “El acetato está elaborado con materias primas naturales, como algodón o fibras de madera, los cuales se recolectan, se secan y se trituran hasta obtener un polvo suave que posteriormente se mezcla con algún tipo de ácido acético para convertirse en gránulos. Es aquí donde nos topamos con la diferencia entre el acetato y el bio acetato.
El primero se suele mezclar con aceites o plastificantes hechos a base de químicos, mientras que el bio acetato se mezcla con plastificantes de base biológica provenientes de fuentes renovables o biopolímeros. Esto también hace que sea un material hipoalergénico, es decir, que tiene un riesgo bajo de producir reacciones alérgicas”, explican en su web. Luego se unen con el aluminio reciclado para conformar la gafa que está lista para salir al mercado.
Parafina Social Project
La empresa cada año destina el 5% de los beneficios a la escolarización de niños de un barrio de la ciudad de Asunción en Paraguay. También han comenzado a ofrecer becas universitarias y apoyo psicopedagógico en este entorno. Esta iniciativa comenzó de la siguiente forma. “
Inicié la búsqueda de un proyecto social al que donar con cada venta de gafas con el objetivo que dicho proyecto fuera sostenible en el tiempo, tuviera una trayectoria contrastada y que fuera lo suficientemente cercano que pudiéramos tener un contacto directo con ellos. Con estas características descartamos todas las ONGs grandes ya que sería muy difícil mantener un contacto directo y continuo. Estuvimos valorando proyectos relacionados con el mundo de la óptica al dedicarnos a vender gafas de sol y de lectura recicladas pero no encontramos, buscamos proyectos relacionados con la educación en España y tampoco nos encantó ninguno. Inicialmente queríamos que fuera en España por cercanía, pero finalmente decidimos que era más importante que el proyecto social nos ilusiona más que el estar cerca”, cuenta el fundador de Parafina, Samuel Soria.
Más allá del Packganing
Los estuches en los que vienen las gafas tienen una doble funcionalidad muy pensada. Por un lado los estuches de plásticos reciclados sirven para proteger y transportar las gafas, pero en otro lugar del mundo es el estuche del colegio de un niño. Cada vez que un joven es escolarizado en Paraguay por las becas de ayuda que ofrecen desde la empresa se les regala uno de estos estuches para que puedan guardar todo lo necesario.