Nueve de cada diez personas en todo el mundo respiran aire contaminado. Es una cifra realmente alarmante que además provoca anualmente alrededor de 7 millones muertes prematuras, 600.000 de estas en niños. Así lo ha advertido el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. Este ha insistido en actuar de manera conjunta para solucionar el problema e intentar que sean menos muertes, o al menos no se duplique la cifra de fallecidos.
Antonio Guterres recordó que la contaminación de la atmósfera representa un «claro reflejo de las desigualdades mundiales», ya que la mayoría de las muertes que se dan por estas causas se producen en países pobres o medios o en los zonas más pobres de barrios ricos.
“La pobreza obliga a las personas a vivir cerca de fuentes de contaminación, como fábricas y carreteras” y también provoca “que 3000 millones de personas sigan quemando combustibles sólidos o queroseno para cocinar y para la calefacción y el alumbrado”, destacó el titular de la ONU.
“En el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, exhorto a todos los países a que hagan más por mejorar la calidad del aire. Con un mejor control se pueden determinar cuáles son las fuentes de contaminación atmosférica. Una legislación nacional con base empírica puede contribuir a hacer cumplir las directrices sobre la calidad del aire marcadas por la Organización Mundial de la Salud”, destacó.
A su vez, Guterres pidió establecer unas normas más estrictas paras las emisiones de los vehículos, de las centrales eléctricas, en la construcción y en las industrias.
“Si tomamos estas medidas, podemos salvar hasta 150 millones de vidas en este siglo y ayudar a limpiar nuestra atmósfera”, concluyó el Secretario General de la ONU.
Fuente: ONU