Todos los veranos la naturaleza tiene que enfrentarse a un enemigo que puede devastar ecosistemas enteros, los incendios. El cambio climático y el aumento de las temperaturas tiene mucho que ver con la gran cantidad de incendios que se desatan en los bosques y que cada vez son más difíciles de controlar. Las olas de calor y las sequías son cada vez más frecuentes, lo que hace que se agraven las condiciones de propagación de las llamas.
España es uno de los países que se ve más afectado por este tipo de situaciones. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2019 hubo cerca de 11.000 incendios que quemaron unas 84.000 hectáreas, más del triple que en todo 2018. Por ello asociaciones ecologistas han alzado la voz para poner en manifiesto la magnitud de este problema y la tecnología, una vez más, ha salido al rescate.
La robótica, el 5G, big bata y la inteligencia artificial están trabajando para prevenir y actuar con eficacia cuando se desata la primera chispa. Al igual que España es uno de los países que se ve más afectado por los incendios, tambien se encuentra entre los primeros en cuanto al uso de tecnología e innovación se refiere, por lo menos en tecnologías relacionadas con la extinción de incendios o de prevención de estos.
Un ejemplo es la plataforma de sensores inalámbricos desarrollados por la empresa aragonesa Libelium. Wastmote funciona de la siguiente manera: Un dispositivo electrónico detecta el riesgo de incendio mediante la combinación de distintos parámetros de medición, como la temperatura, humedad, presión ambiental o la radiación solar. A través de la red se transmite la información registrada. Gracias a este tipo de tecnología se puede saber al momento qué partes de las zonas forestales pueden correr el riesgo de incendiarse.
Gracias al progreso del big data y la inteligencia artificial se han podido desarrollar herramientas de anticipación. Esto es lo que hace el software Wildfire Analyst, creado por la empresa lucense Tecnosylva. El programa simula en unos segundos la propagación del incendio y las consecuencias que podría tener. Así, los servicios de emergencia pueden tomar decisiones con una mayor precisión. El sistema lee datos a tiempo real de 80.000 estaciones metereológicas. También hace un seguimiento de la vegetación y severidad del fuego en colaboración con la NASA y Google. “Cada día simulamos 380 millones de incendios virtuales en California, computando los posibles impactos a personas, casas y puntos críticos. Este mismo sistema lo usan las mayores compañías eléctricas americanas para reducir su riesgo de incendios”, explica Joaquín Ramírez, director general de Tecnosylva para el periódico El País.
Aun así, desde la Asociación Española de Lucha contra el Fuego (ASELF) advierten de que el factor humano es imprescindible para luchar contra el fuego. “Si se pretende una automatización de las decisiones sin la intervención humana basándose en elementos tenidos en cuenta en inteligencia artificial, estaremos ante un escenario de robotización de las decisiones y de dejación de funciones con graves consecuencias, incluso legales”, declaran miembros de la asociación.