Miles de millones de personas de todo el mundo se quedarán sin acceso a servicios de agua potable, saneamiento e higiene en el hogar gestionados de manera segura antes de 2030 a menos que el índice de progreso se multiplique por cuatro, según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.
El informe del Programa Conjunto de Monitoreo Progress on household drinking water, sanitation and hygiene 2000 – 2020 presenta las estimaciones relativas al acceso de los hogares a servicios de agua potable, saneamiento e higiene gestionados de manera segura a lo largo de los últimos cinco años, y evalúa los avances en la consecución de los seis Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con vistas a “garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos antes de 2030”. Además, el informe presenta por primera vez nuevos datos por países relacionados con la salud menstrual.
En 2020, alrededor de 1 de cada 4 personas carecía de una fuente de agua potable gestionada de forma segura en su hogar y casi la mitad de la población mundial no tenía acceso a servicios de saneamiento gestionados de manera segura. La COVID-19 ha puesto de relieve la urgente necesidad de garantizar que todo el mundo tenga acceso a una higiene de manos adecuada. Cuando comenzó la pandemia, tres de cada 10 personas del mundo no podían lavarse las manos con agua y jabón en sus hogares.
El agua, un bien fundamental
“Lavarse las manos es una de las formas más efectivas de evitar la transmisión de la COVID-19 y de otras enfermedades infecciosas; sin embargo, en el mundo hay millones de personas que no tienen acceso a una fuente de agua potable segura”, ha afirmado el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Las inversiones en agua, saneamiento e higiene deben ser una prioridad mundial si queremos ponerle fin a esta pandemia», ha agregado.
Pocos avances
El informe revela que se han registrado algunos avances para conseguir un acceso universal a los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene. Entre 2016 y 2020, el porcentaje de la población que disponía de una fuente de agua potable gestionada de manera segura en su hogar aumentó de un 70% a un 74%; los servicios de saneamiento gestionados de manera segura se incrementaron de un 47% a un 54%; y las instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón crecieron de un 67% a un 71%.
En 2020, por primera vez, más personas utilizaron servicios de saneamiento mejorados sobre el terreno que conexiones de alcantarillado. Es necesario que los gobiernos garanticen las ayudas necesarias para proporcionar servicios de saneamiento sobre el terreno gestionados de manera segura.
La urgente necesidad de realizar inversiones
El informe explica claramente que, si se mantienen las tendencias actuales, miles de millones de niños y familias se quedarán sin servicios esenciales de WASH. En concreto, el informe señala que antes de 2030:
- El 81% de la población mundial tendrá acceso a agua potable salubre en su hogar, un bien del que no podrán disfrutar 1.600 millones de personas.
- Un 67% dispondrá de servicios de saneamiento adecuados, a diferencia de 2.800 millones de personas.
- El 78% contará con instalaciones básicas para lavarse las manos, lo que significa que 1.900 millones de personas no tendrán acceso a ellas.
Asimismo, el informe pone de manifiesto las profundas desigualdades que afectan especialmente a los niños y las familias vulnerables. Si queremos conseguir el acceso universal a fuentes de agua potable gestionadas de manera segura antes de 2030, será necesario multiplicar por 10 el índice actual de progreso en los países menos adelantados. En los contextos frágiles en los que existe el doble de probabilidades de que la gente no tenga acceso a agua potable salubre, ese índice debería multiplicarse por 23.
La situación del agua potable
“Incluso antes de la pandemia, millones de niños y familias ya estaban sufriendo debido a la falta de agua limpia, saneamiento y un lugar donde lavarse las manos”, ha señalado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. “A pesar de los increíbles avances que se han registrado, las alarmantes y crecientes necesidades siguen superando nuestra capacidad de respuesta. Ha llegado la hora de acelerar drásticamente los esfuerzos con objeto de atender las necesidades más básicas de los niños y las familias».
En el informe se destacan otras conclusiones importantes, entre ellas las siguientes:
- Ocho de cada 10 personas que carecían de acceso a servicios básicos de abastecimiento de agua vivían en zonas rurales. Por otra parte, los servicios de saneamiento llegaron a un 62% de la población urbana, pero solo a un 44% de la población rural.
- En África subsahariana se registra el índice de progreso más lento del mundo. Solo un 54% de la población utilizaba agua potable salubre, y solo un 25% se encontraba en contextos frágiles.
- Los últimos datos sobre la salud menstrual revelan que una proporción significativa de mujeres y niñas no pueden atender sus necesidades de salud menstrual. En particular, las diferencias más notables se dan entre los grupos vulnerables, como las niñas pobres y las que tienen discapacidad.
Fuente: Unicef