Los nuevos avances se convierten en palancas de cambio social cuando están al alcance de una gran mayoría de la población.
En el caso de la Inteligencia Artificial, los últimos estudios realizados muestran que el 25% de los niños de entre 8 y 18 años de edad en el Reino Unido, está interesado en seguir una carrera de IA, pero lo importante es lo que contestaron el resto de los niños. El 20% creía que no eran lo suficientemente inteligentes, que eran unos estudios a los que solo podían acceder una parte de la población.
Esta realidad tan marcada en las generaciones que van a cambiar el futuro de los países, ha de cambiar, teniendo presente que un porcentaje mayoritario de los trabajos que se están creando hoy, ya implican usar o interactuar con IA.
Grandes empresas están invirtiendo en fomentar que la enseñanza incluya habilidades básicas de computación y codificación como estándar para preparar a los niños a trabajar con tecnologías automatizadas como IA en un futuro próximo. Pero también deben enseñar habilidades no técnicas, como la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación y la colaboración.
No es necesario ser programador para poder trabajar con inteligencia artificial, habrá diferentes necesidades, lo importante a tenor de los expertos, es reducir las barreras educativas y psicológicas a la entrada en estudios superiores de ingeniería e Inteligencia Artificial, y el primer paso es su conocimiento desde la escuela infantil.
En España hay una clara brecha de habilidades digitales y, lamentablemente, también hay una marcada disparidad entre géneros entre las poblaciones estudiantiles interesadas en la informática.
Según los datos de Eurostar, la media de jóvenes matriculadas en España en titulaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) está casi dos puntos por debajo de la media europea, situándose en 7,6 puntos.
Por géneros los datos son muy negativos. En el curso 85/86 el porcentaje de mujeres que se matricularon fue de un 31 por ciento. Desde entonces, ha ido descendiendo año a año y en el curso 2016/2017, las mujeres solo supusieron el 11,9 por ciento de los estudiantes matriculados en informática.
Las empresas tendrán que resolver la escasez de talento mediante el reciclaje de sus profesionales para los puestos de trabajo del futuro. Esos trabajos requerirán que las personas entiendan los conceptos básicos de IA independientemente de su formación.
No será necesario una formación específica para desarrollo de sistemas muy complejos, la sociedad tendrá una amplia gama de ocupaciones, con diferentes necesidades educativas, mejor remuneradas que en los puestos que actualmente pueden estar desempeñando.
Tanto la industria como el sector público tienen la responsabilidad de equipar tanto a los niños como a los adultos con las habilidades necesarias para que la IA alcance su potencial.