“Esta podría ser la mayor pérdida de vidas y propiedades por causa del fuego en nuestra historia”, ha alertado la gobernadora de Oregón, Kate Brown, tras medir la magnitud de los incendios que están devastando el oeste de Estados Unidos.
Esta masacre medioambiental que ya ha arrasado más de mil hogares en Phoenix, se ha dado tras una combinación de altas temperaturas permanentes durante días y vientos muy fuertes que no han cesado en todo el verano. La gobernadora alertó de igual manera de que si el viento no cesa miles de casas tendrán que ser evacuadas en las próximas horas. Solo en Oregón ya han ardido más de 130.000 hectáreas y las llamas se han cobrado la vida de seis personas.
California también se encuentra en una situación muy crítica ya que hay más de 40 incendios repartidos por todo el estado. La cifra supera ya el millón de hectáreas calcinadas y supera un récord histórico, algo muy preocupante ya que todavía quedan cuatro meses de temporada de incendios, según Cal Fire. El fuego que más preocupa se encuentra en Sierra Nevada, al noreste de Fresno, ya que el territorio está ardiendo sin control y ha consumido ya 66.000 hectáreas de bosque. Este incendio ha calcinado ya unas 360 viviendas y otras 5.000 se encuentran amenazadas.
Otro de los incendios que más preocupa a las autoridades está ubicado al noreste de Sacramento, donde el fuego quemó unas 100.00 hectáreas y se expandió por la zona a toda velocidad, poniendo en peligro dos localidades que ya fueron arrasadas por las llamas en 2018 y el fuego dejó 85 muertos.
“No tengo ninguna paciencia para los negacionistas del cambio climático”, dijo Gavin Newsom, gobernador de California que quiso recordar a la población que si los incendios empeoran cada año se debe al aumento de las temperaturas y de las condiciones climáticas que, cada año, se van endureciendo más.