El Gobierno pretende duplicar el consumo de biocarburantes para que en 2022 su consumo pase a ser del 10 por ciento del total de los carburantes, teniendo en cuenta que en 2016 su consumo solo abarcaba el 4,3 por ciento. También tiene como objetivo mantener el límite del 7 por ciento de biocarburantes a partir de cultivos.
Este objetivo aparece en el proyecto del real decreto elaborado por el Ministerio para la transición Ecológica y Reto Demográfico. Este proyecto de real decreto atiende al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PINEC) y a la nueva directiva de energías renovables de la Unión Europea. La implantación de biocarburantes como fuente renovable de energía para los transportes se considera una medida fundamental para poder cumplir los objetivos establecidos para la descarbonización del país.
“Los objetivos se incrementan de una forma razonable y en línea con lo solicitado por nosotros”, dicen también desde la Asociación Española del Bioetanol (BIO-E). Por su parte, la sección de Biocarbutantes de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) considera que considera que los objetivos establecidos son razonables.
Dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 se definen una serie de objetivos para la reducción de emisiones de gases efecto invernadero junto con la integración de las energías renovables y el progreso hacia la eficiencia energética.
Con este plan, desde el Gobierno, se pretende generar una línea de actuación que determine cuál es la manera más eficiente para que el cambio a una sociedad sostenible para el medio ambiente sea una transición justa para la economía y el empleo.