Doce mil personas fallecen al año por problemas derivados de la contaminación acústica y más de 100 millones están expuestas a sonidos que son perjudiciales para la salud. Además, se espera que la situación empeore en los próximos años por el crecimiento de las ciudades.
La Agencia Europa de Medio Ambiente (AEMA) ha indicado que tras el confinamiento la situación no ha mejorado. La contaminación acústica se ha convertido en el segundo factor de estrés ambiental más dañino de Europa, justo después de la contaminación atmosférica. De hecho, en España el nivel de decibelios es de 80 cuanto lo recomendado por la OMS es que se sitúe por debajo de 53dB y por las noches mejor de 45.
Los grupos más vulnerables son los ancianos, embarazadas, personas con pocos recursos y los jóvenes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el informe World Report on Hearing ha alertado de que más de mil millones de jóvenes están en riesgo de padecer pérdida auditiva. Aunque, la perdida auditiva entre los jóvenes se puede reducir hasta un 60% con medidas como la atención primaria y neonatal.
“Siempre se había considerado este problema como un trastorno asociado a la edad. No obstante, cada vez hay más personas jóvenes que lo sufren”, afirma el doctor en otorrinolaringología Juan Royo. “Cada vez vemos en las consultas más casos de pacientes expuestos a elevados niveles de ruido y cuya salud auditiva está empeorando”.