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Los sistemas de suministro de agua están a punto de colapsa en Libano

Más de cuatro millones de personas, entre ellas un millón de refugiados, corren el riesgo inmediato de quedarse sin acceso a agua potable en el Líbano. Con la rápida escalada de la crisis económica y la escasez de fondos, combustible y suministros como cloro y repuestos, UNICEF estima que la mayor parte del bombeo de agua cesará gradualmente en todo el país entre las próximas cuatro a seis semanas.

“La actual crisis económica está acabando con el sector del agua. Los gastos de mantenimiento –que se han dolarizado-, la pérdida del agua que no se contabiliza, el colapso que la red eléctrica está sufriendo en paralelo y la amenaza del aumento del precio del combustible están imposibilitando su funcionamiento”, ha explicado Yukie Mokuo, representante de UNICEF en el Líbano. “Sin acceso al suministro público de agua, los hogares podrían verse obligados a tomar decisiones extremadamente difíciles con respecto a sus necesidades básicas de agua, saneamiento e higiene”, añade.

Si el sistema público de suministro de agua colapsa, UNICEF estima que su precio podría dispararse en un 200% al mes cuando se pueda obtener de proveedores alternativos o privados. Para muchos de los hogares extremadamente vulnerables del Líbano, este gasto sería inasumible, pues representa el 263% del ingreso promedio mensual[1].

Según una evaluación apoyada por UNICEF, basada en datos recopilados por las cuatro principales empresas de servicios públicos de agua del país, esto es lo que ha ocurrido entre los meses de mayo y junio de este año: 

  • Más del 71% de la población se encuentra en niveles de vulnerabilidad[3] «muy críticos» y «críticos».
  • Casi 1,7 millones de personas tienen acceso a solo 35 litros por día, una disminución de casi el 80% frente al promedio nacional de 165 litros antes de 2020.
  • Los proveedores de servicios públicos de agua ya no pueden hacer frente al precio de las piezas de repuesto esenciales para el mantenimiento.
  • Desde 2020, el precio del suministro privado de agua corriente se ha incrementado un 35%, mientras que el precio del agua embotellada se ha duplicado.
  • Los apagones y cortes eléctricos están tensando los sistemas de agua, interrumpiendo su tratamiento, bombeo y distribución.
  • A nivel nacional, el agua que se pierde en el sistema y, por tanto, no se contabiliza, es aproximadamente el 40%. Esto se debe, principalmente, a la falta de mantenimiento y a las conexiones ilegales.

“En el apogeo de los meses de verano, con los casos de COVID-19 comenzando a aumentar nuevamente debido a la variante Delta, el preciado sistema público de agua del Líbano está en una situación crítica y podría colapsar en cualquier momento”, ha asegurado Mokuo. “A menos que se tomen medidas urgentes, los hospitales, las escuelas y las instalaciones públicas esenciales no podrán funcionar y más de cuatro millones de personas se verán obligadas a recurrir a fuentes de agua costosas e inseguras, lo que pondrá en riesgo la salud y la higiene de los niños. El efecto adverso inmediato se notará en la salud pública. La higiene se verá comprometida y aumentarán las enfermedades. Sin acceso a un saneamiento seguro, las mujeres y adolescentes enfrentarían desafíos particulares para su higiene personal, protección y dignidad”.

UNICEF necesita 40 millones de dólares (33,9 millones de euros) al año para mantener el flujo de agua para más de cuatro millones de personas en el país. Así, se garantizarían los niveles mínimos de combustible, cloro, recambios y mantenimiento requeridos para mantener operativos sistemas esenciales- y para proteger el acceso y funcionamiento de los sistemas de agua públicos. 

UNICEF trabaja estrechamente con los proveedores públicos de suministro de agua para llegar a los niños y mujeres más vulnerables de Líbano. Utilizando la infraestructura de agua existente durante la pandemia de COVID-19, la organización apoyó la distribución de agua segura a comunidades de todo el país. 

“Seguiremos con nuestro firme apoyo a las comunidades mientras los recursos nos lo permitan, pero esta situación alarmante necesita una financiación urgente y sostenida”, afirma Mokuo. “UNICEF está listo para dar apoyo, especialmente ante la evolución de la pandemia global, y garantizar que, en este momento tan difícil para Líbano, se cumple el derecho más básico de las familias y niños a tener agua segura”.

Fuente: UNICEF

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