Cada boca es un mundo. Por eso mismo, cuando hay que hacer implantes bucales es necesario que las prótesis y los moldes estén fabricados al milimetro, para que se adapten a la perfección a la mandíbula de cada paciente. Cuando se trata de hacer piezas de precisión una de las mejores técnicas es la impresión en 3D. La fabricación aditiva ofrece muchísimas ventajas en términos de productividad y personalización.
La impresión 3D en el mundo de la odontología abarca muchos procesos y trabaja con diferentes materiales como resinas, plásticos o metales. Esto implica que se puedan imprimir multitud de productos odontológicos como coronas, alineadores o prótesis dentales con una precisión impecable.
El proceso de elaboración de piezas bucales comienza con un escaneado de la cavidad intraoral o mediante un método más tradicional como es la impresión en yeso, si se hace de la segunda manera tambien es necesario disponer de un escáner 3D. Una vez obtenido el modelo en 3D, se comienza el diseño de la pieza ya que hay que tener en cuenta determinadas especificaciones y hay que tratar la pieza. Una vez ha sido estudiada la pieza se procede a la impresión.
Para crear estas existen diferentes tecnologías como la deposición fundida, el fotopolimerización o la sinterización selectiva, la elección dependerá de cuál es la más adecuada para la pieza.
Una de las grandes ventajas de trabajar con impresoras 3D es que fabricar las piezas es mucho más económico y más rápido. Esto no quiere decir que vaya a bajar el precio de los implantes bucales o de las ortodoncias pero sí que acelerará el proceso de creación de las prótesis, lo que supone también que el tiempo de espera para poder utilizar los implantes es mucho menor.
Otra de las ventajas es que es mucho más sencillo imprimir varios modelos de la misma pieza por si hay errores o imperfecciones e ir ajustándolas poco a poco. Además, el hecho de tener una copia digital guardada hace que posteriormente se pueda crear una reproducción de la pieza y facilita mucho las consultas con otros especialistas.
Este tipo de tecnologías en el sector de la odontología está cada vez más presente porque a pesar de tener que hacer una inversión inicial bastante fuerte se ha visto que a medio plazo sale rentable. De hecho, un informe elaborado en 2018 por SmarTech Publishing demostró que el crecimiento anual en la impresión 3D en la odontología es del 35%, alcanzando los 9.500 millones de dólares en 2027; el informe tiene en cuenta el hardware, los materiales y las piezas impresas en 3D.