La necesidad de habilitar las terrazas de los bares y restaurantes para favorecer que las medidas anticovid puedan coexistir con una restauración rentable, ha permitido que muchos establecimientos no tengan que cerrar durante los dos últimos años, pero durante los días fríos, la emisión de CO2 al aire, de sus bombonas de butano ha sido mayor que muchos vuelos internacionales.
Si una empresa catalana inventó una antorcha olímpica 100% ecológica basada en el bioetanol, es normal que sea la misma empresa (Calidor) la que ahora haya dado un paso adelante para que bares y terrazas puedan cumplir con la normativa europea que prohibe la emisión de gases contaminantes al cielo de nuestras ciudades.
Si cada terraza de cuatro estufas expulsa tres toneladas de CO₂ al mes a la atmósfera, los cerca de 300.000 establecimientos que hay en España equivalen al mes a 50.000 vuelos dando la vuelta al mundo, y eso cada 30 días.
La Unión Europea ha decidido que esta situación es insostenible y presenta un problema global, y dictó una normativa de obligado cumplimiento que prohíbe el uso en la vía pública de estufas que sean contaminantes y que no se nutran de energía sostenible y renovable. Por eso en diferentes países como Francia, Alemania o Bélgica ya hace tiempo que se está aplicando.
La empresa, sin hacer caso de aquellos que veían en su travesía del deserto una ruina anunciada, ganaron el concurso de la fabricación de 14.680 antorchas olímpicas y ahora, con sus nuevas estufas ecológicas y sostenibles, pueden ganar el concurso a la pyme que lucha por cuidar nuestro medio ambiente.