El verano de 2023 ha sido uno de los años más terribles en el número e intensidad de los incendios que ha sufrido medio mundo. Los especialistas avisan de un posible aumento en el número, intensidad y duración de fenómenos medioambientales adversos como sequías e incendios forestales.
Según la agencia Moody´s estos fenómenos van a golpear de forma decisiva en las economías de países como España, Francia, Italia o Portugal. Hay que recordar que la Comisión Europea estima que el incremento de 1,5 °C presentará costes fiscales anuales adicionales del 4,5% del PIB para España; del 2,1% para Portugal; del 1,7% para Italia; y del 1,2% para Francia.
En este sentido, advierte de que las sequías y los incendios forestales “tendrían importantes consecuencias para el turismo”, que representa más del 20% del PIB en Grecia, el 18% en Portugal, el 15% en España, el 13% en Italia y el 9% en Francia. Por lo tanto, considera probable que una mayor exposición a los riesgos climáticos físicos contribuya a la erosión de la fortaleza fiscal y económica de estos países.
Energía hidráulica en retroceso
Las sequías van a provocar que la producción hidroeléctrica en estos países se reduzca en más de un 15%, e incluso pueden afectar en las centrales nucleares que necesitan un aporte constante de agua como refrigeración.
De este modo, la agencia apunta que los precios más altos de la energía y los alimentos “ejercerán más presión sobre la inflación y erosionarán el gasto discrecional, lo que a su vez ralentizará el crecimiento económico”.
Además, Moody’s advierte también de los mayores costes que asumirán las arcas públicas para luchar contra los incendios e impulsar la repoblación forestal, así como para sufragar medidas de apoyo a las regiones afectadas, que, si bien son manejables a corto plazo, “el aumento esperado en el número, la intensidad y la duración de las sequías y los incendios forestales en los próximos años probablemente tendrá efectos crediticios negativos a largo plazo”.
Asimismo, la agencia también considera probable que el aumento de las temperaturas desencadene riesgos de carácter social a través de sus efectos sobre la salud y recuerda que España y Portugal registraron más de 1.000 muertes relacionadas con el calor hasta el pasado 19 de julio, mientras que los incendios forestales en el sur de Europa son una de las principales causas de la contaminación del aire, con efectos graves para la salud.